Mi pequeña gran artista desde ya tiene sus creaciones, estoy segura q superará a la mamá.
Cada logro suyo es mi alegria y orgullo , agradezco a Dios por haberme dado la oportunidad de ser madre y amiga de una preciosa niña . La tengo a mi lado y es mi motivo enseñarle y aprender con ella todos los dias , reirme de sus ocurrencias, acompañarla en sus aventuras jugando a todo lo que se nos ocurre desde que despierta en las mañanas (un poco tarde porque es dormilona) y hasta la hora de dormir , primero reza y le pide a Dios que me cuide . Yo la escucho y me llena d ternura . Luego le hago un poco de masajes ya es una costumbre de las dos desde bebita le hago masajes y se relaja muchas veces se queda dormida asi.
Cada logro suyo es mi alegria y orgullo , agradezco a Dios por haberme dado la oportunidad de ser madre y amiga de una preciosa niña . La tengo a mi lado y es mi motivo enseñarle y aprender con ella todos los dias , reirme de sus ocurrencias, acompañarla en sus aventuras jugando a todo lo que se nos ocurre desde que despierta en las mañanas (un poco tarde porque es dormilona) y hasta la hora de dormir , primero reza y le pide a Dios que me cuide . Yo la escucho y me llena d ternura . Luego le hago un poco de masajes ya es una costumbre de las dos desde bebita le hago masajes y se relaja muchas veces se queda dormida asi.
Bueno , como a toda mamá que babea por su retoño algunas me entenderan y otras ya lo sabrán algún día , la bendición q es ser madre . Aqui les dejo esto que alguna vez lei yo ,cuando esperab la llegada de ADRIANA.
Cuenta una leyenda de un angelito que estaba en el cielo, le tocó su turno de nacer como niño y le dijo un día a Dios:
- Me dicen que me vas a enviar mañana a la tierra. ¿Pero, cómo vivir? tan pequeño e indefenso como soy.
- Entre muchos ángeles escogí uno para tí, que te está esperando y que te cuidará.
- Pero dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz.
- Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.
-¿Y cómo entender lo que la gente me hable, si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
- Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y con cariño te enseñará a hablar.
-¿Y qué haré cuando quiera hablar contigo?
- Tu ángel te juntará las manitas te enseñará a orar y podrás hablarme.
- He oído que en la tierra hay hombres malos. ¿Quién me defenderá?
- Tu ángel te defenderá más aún a costa de su propia vida.
- Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor.
- Tu ángel te hablará siempre de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado.
En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces terrestres, y el niño presuroso repetía con lágrimas en sus ojitos sollozando.
-¡Dios mío, si ya me voy dime su nombre!. ¿Cómo se llama mi ángel?
- Su nombre no importa, tu le dirás: Mamá.
- Me dicen que me vas a enviar mañana a la tierra. ¿Pero, cómo vivir? tan pequeño e indefenso como soy.
- Entre muchos ángeles escogí uno para tí, que te está esperando y que te cuidará.
- Pero dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz.
- Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.
-¿Y cómo entender lo que la gente me hable, si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
- Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y con cariño te enseñará a hablar.
-¿Y qué haré cuando quiera hablar contigo?
- Tu ángel te juntará las manitas te enseñará a orar y podrás hablarme.
- He oído que en la tierra hay hombres malos. ¿Quién me defenderá?
- Tu ángel te defenderá más aún a costa de su propia vida.
- Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor.
- Tu ángel te hablará siempre de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado.
En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces terrestres, y el niño presuroso repetía con lágrimas en sus ojitos sollozando.
-¡Dios mío, si ya me voy dime su nombre!. ¿Cómo se llama mi ángel?
- Su nombre no importa, tu le dirás: Mamá.